La situación desesperada que padecen millones de personas en los países del Sur es fruto en buena medida de dos elementos principales: por un lado, el alza del precio de los alimentos y, por otra, de las consecuencias que tienen los efectos del cambio climático sobre las cosechas. El incremento de los precios ha suscitado un importante debate sobre la influencia de la compra de tierras de cultivo en el hemisferio Sur por parte de las grandes multinacionales, con el fin de abastecer a los países del Norte, causando un grave perjuicio sobre la población local, limitando sus cultivos y, por ello, su acceso a alimentos de primera necesidad. De hecho, ciertos expertos consideran que la actual hambruna del Cuerno de África es consecuencia de las imposiciones que el FMI y el Banco Mundial hicieron a Somalia en la década de los ochenta, con el fin de que pagara su deuda externa: comenzar a exportar materias primas y alimentos, lo que provocó la llegada de grandes corporaciones, que se centraron en la producción para vender en los mercados internacionales, mucho más lucrativos, en detrimento del abastecimiento local.
Otra de las variables de esta compleja ecuación es el crecimiento imparable de los terrenos dedicados al cultivo de materias primas para la fabricación de biocombustibles. Esto supone una drástica reducción de la tierra fértil dedicada al cultivo de alimentos para el consumo humano, con todo lo que ello implica: desciende la oferta y, por tanto, sube el precio.
Buen artículo! en mi opinión el origen del desastre en el cuerno de África obedece más a los programas de ajuste estructural que a otros factores como el cambio climático. Estos programas han acabado con el sistema sanitario y educativo de muchos países del Sur con el ánimo de debilitar al Estado y su población para acaparar el poder y recursos naturales. En este afán, muchas vidas quedan en el camino…