Empieza la Semana Santa. Es hora, por suerte para muchos, de empezar unas merecidas vacaciones. Buen momento para reflexionar sobre esa maravillosa forma de intercambio entre los seres humanos que es viajar.
Somos afortunados porque durante estos años hemos tenido la oportunidad de visitar un buen número de destinos y de ver otras realidades, una vez rota esa barrera invisible que en ocasiones se crea en torno a los turistas procedentes del Norte, refugiados en nuestros resorts en los que la altura de las palmeras nos impide ver lo que ocurre en realidad en el exterior.
Hemos conocido, por ejemplo, las contradicciones de un país riquísimo como Brasil, en el que conviven puerta con puerta la favelas con el lujo de barrios como La Barra, en Río de Janeiro; hemos recorrido las calles de Quito, Cuenca, Otavalo y Guayaquil, descubriendo la cara menos amable de Ecuador, el maravilloso país de los volcanes; hemos sentido las distintas realidades de la China del crecimiento económico imparable, la fastuosidad de Shanghai y una inmensa población rural en la que en ocasiones parece que se ha detenido el tiempo; hemos recorrido el Sur de Egipto, en el que hay veces en el que sólo las antenas parabólicas a través de las que la población local quiere escapar de su realidad nos recuerdan que estamos en pleno siglo XXI…
Al viajar percibimos las diferencias que hay entre Norte y Sur. Percibimos la desigualdad existente entre unas zonas y otras del planeta. Y también percibimos que aunque hay mucho por hacer, es posible cambiar esta situación, dando oportunidades de vida a las poblaciones menos favorecidas.
Es por ello que los viajes responsables, aquellos en los que rompemos el rol de turista y entramos en contacto pleno con la verdadera realidad del destino en el que nos encontramos, pueden convertirse en un primer paso en la larga senda de la cooperación y la educación para el desarrollo. Conociendo lo que ocurre en el Sur, tomamos conciencia de que el cambio es posible y, a partir de ahí, podemos comenzar a actuar.
Feliz Semana Santa.
Feliz viaje responsable.
Cambia tu ropa por una sonrisa.
Aquí os dejamos algunos enlaces para un viaje responsable: