La Sala de Plenos del Ayuntamiento de Calella acogió la primera semana de diciembre un emotivo acto para reconocer la dedicación de los usuarios que desde hace dos años han participado en el programa 3C Cultivamos el Clima y la Comunidad. El huerto social cierra una etapa y abre otra con nuevos usuarios. Margarita Valls, concejal del área de Política Social, y la coordinadora de 3C, Damiana Conde, entregaron los diplomas acreditativos a la primera promoción de beneficiarios, formada por doce vecinos del municipio barcelonés.

Los activistas y técnicos de Humana, en el huerto social.

El huerto se puso en marcha a finales del 2015 gracias a un convenio entre el Ayuntamiento de Calella y Humana. El Consistorio cedió el terreno y la Fundación lo gestiona y proporciona un técnico agrícola que forma a los participantes, en un espacio de 2.000 m2 llamado Valldebanador.

Este huerto social se enmarca en el programa de agricultura urbana 3C Cultivamos el Clima y la Comunidad, impulsado hace tres años y que actualmente involucra a cuatro municipios catalanes (Tordera, Calella, Cornellà de Llobregat, Palau-solità y Plegamans) y otro en camino en Reus, dos más en la Comunidad de Madrid y uno en la provincia de Sevilla, con más de 500 usuarios o activistas, entre usuarios y familiares y amigos.

Trabajo comunitario en el huerto de Calella.

Ahora se despide la primera promoción de activistas de Calella y cede las parcelas a nuevos participantes que aprenderán qué es la agricultura ecológica y cultivarán productos para autoconsumo. Los huertos sociales no tienen fecha de caducidad, sí en cambio la permanencia de los participantes (dos años) para dejar a un nuevo grupo de 12 personas.

Durante la entrega de los diplomas, la concejal Margarita Valls destacó el trabajo conjunto entre el Consistorio, Humana y los activistas. “Hemos realizado un trabajo muy estrecho con Humana”, explicó, “desde el Ayuntamiento estamos encantados de trabajar con Humana y de continuar haciéndolo. Estamos orgullosos de este proyecto, creo que ha sido muy provechoso”.

La concelal Margarita Valls estrecha la mano del activista Ahmed Zeghari.

Damiana Conde expresó el agradecimiento de la Fundación al Ayuntamiento por el apoyo recibido desde el inicio del programa, y comparó la tierra con un niño pequeño: “Hay que aprender a tratarla para que, cuando pase el tiempo, dé frutos. Hay que conquistar la terrera para que dé frutos y vosotros (dirigiéndose a los activistas) lo habéis conseguido”. La coordinadora del 3C ha anunciado el inicio de una nueva promoción para dos años más-

Durante los primeros dos años, los usuarios han producido más de 12 toneladas de verduras y hortalizas ecológicas para autoconsumo. Es una media de 35 kilos mensuales de media, el doble que la media del resto de huertos sociales del programa, una cifra fantástica para unas personas la mayoría de las cuales no tenía ningún conocimiento previo de horticultura. Llegaron al huerto social derivados del área de Política Social y han sido formados por un técnico de Humana, Albert Amorós.

Albert Amorós saluda al activista Ahmed Mouka.

Amorós insistió durante la entrega de los diplomas que “este proyecto ha sido mucho más que tener un huerto. Lo más importante, más allá del aprendizaje agrícola, ha sido aprender a compartir y organizarse para trabajar en equipo”.

Los objetivos principales de 3C Cultivamos el Clima y la Comunidad son sensibilizar la población en relación a un comportamiento sostenible con el medio ambiente, fomentar la cultura de la agricultura ecológica a nivel local y promover la integración social.

Todos los involucrados en 3C Calella, en el interior del Ayuntamiento.