No hay excusas para no ir a la moda. La crisis aprieta y mucho, pero ahora que llega el buen tiempo no puedo resistirme a los vestidos ibicencos, las saharianas o a unas cuñas de esparto. Y lo mejor es que para ir a la moda no es necesario acudir a las grandes firmas.
Durante mucho tiempo en España no existía el hábito de acudir a tiendas de ropa de segunda mano como en países como Holanda o Francia, pero la tendencia está cambiando. Sin ir más lejos, una de las actrices españolas con más proyección internacional, Penélope Cruz, lució un vintage de Balmain en la Gala de los Oscar 2009 adquirido en una tienda de segunda mano.
Abandonando los tópicos de este tipo de establecimientos, podemos renovar nuestro vestuario a precios ínfimos y seguir las últimas tendencias. Resulta muy cool acudir a los mercadillos londinenses de Candem o Portobello, pero la realidad es que, si bien tienes un marco muy amplio para darle rienda suelta a tu creatividad, a la hora de la verdad son mercadillos algo caros y no aptos para consumidores con pocos recursos.
Por eso, las tiendas de ropa de segunda mano hacen una excelente labor que nos permiten ser trendy a precios asequibles. Sin ir más lejos, el otro día vi en la nueva tienda en Puente de Vallecas un vestido divino de aire retro por siete euros, un foulard animal print a dos euros y unas sandalias a cuatro que no voy a esperar al fin de semana para estrenar.
Además los recursos procedentes de la venta de ropa usada se destinan a proyectos de cooperación al desarrollo, así que ya no hay excusa para no ir a la moda ni para ser solidari@.
Seguiremos informando…
Roja Valentina
Fashion victim